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“Tú no te separes de mí. Si hemos de morir, que muramos juntos por
Dios.”
del Beato
Esteban Vázquez Alonso a su
hermano Vicente, días antes de su detención.
Crónica de un encuentro
Providencial con
el Hermano Vicente Vázquez Alonso
(Q.E.P.D +2010), hermano Salesiano
de la Obra de San Juan Bosco,
que resulto ser una "caja de sorpresas" donde se mezcla un testimonio de vida
de Beatitud para la Iglesia y una devoción a la Virgen del Cármen en Garabandal:
Cerca de mi casa en San Isidro (Buenos
Aires)e
encuentra la parroquia salesiana "San José" donde suelo ir. Previo a la Santa
Misa de la tarde, se reúne un grupo de fieles a rezar el Santo Rosario y al
finalizar, un señor muy mayor (D. Vicente Vázquez Alonso) con mucho recogimiento, dice
unas palabras a todos los presentes a modo de meditación.
Un día me acerco a él y le
doy unas estampas de la Virgen de Garabandal y me encuentro con la sorpresa que
había estado en el pueblo hacía muchísimos años. Me dice que al día siguiente me
iba a mostrar unas fotos de su visita al pueblo de Garabandal. Mientras tanto,
antes de comenzar la celebración de la Santa Misa, repartió las estampas entre
todo el grupo que había rezado el Rosario diciéndoles que él conocía esa
Aparición y que estuvo en el lugar.
Al poco tiempo me vuelvo
a encontrar con el Hno. Vicente, quien me da un sobre con las fotos prometidas y me dice que
me las lleve a casa y que las vea y lea tranquilo ya que en el reverso de cada
foto tenía anotado una crónica.
En
las fotos se lo ve a Vicente en el pueblo de Garabandal el día de la
inauguración de la Capilla temporal dedicada a San Miguel Arcángel, una foto junto a la
vidente Jacinta González, otra en la Capilla de San Miguel (nótese que desde al día
de la ignaguración esta la bandera Argentina presente y continua actualmente) y
en la calleja junto al lugar donde se apareció por primera vez el Ángel y la
Santísima Virgen.
Vicente luego me contó que
un hermano suyo es BEATO y me da una estampa con su biografía. Imagínense mi
sorpresa también al saber de que tiene un hermano Beatificado por la
Iglesia Católica (Beatificado por el Papa Benedicto XVI).
En la portada de la estampa
hay una frase de su hermano Beato que le dijo a Vicente antes de ser
detenido y luego fusilado:
“Tú no te
separes de mí. Si hemos de morir, que muramos juntos por Dios.”
Acá les dejo la biografía del hermano de
Vicente el Beato Don Esteban Vázquez Alonso. Vale la pena que la lean y
vean un ejemplo de Fe probada incluso en tiempos de persecución. Aclaro que
Vicente me dijo que él se salvo de ser ejecutado porque no había lugar en la
cárcel y entonces lo enviaron a Madrid y allí pudo salvarse. Pero sabemos que los designios de Dios
fueron otros para Vicente.
Santiago L. (Año 2009)
GRACIAS VICENTE POR
QUERER COMPARTIR CON NOSOTROS ESTOS DOS TESTIMONIOS DE FE UNIDO A TU AMOR A
JESÚS Y A MARÍA A QUIEN TIENES UNA ESPECIAL DEVOCIÓN.
Beato Don Esteban
Vázquez Alonso
Nació en Carrizo de la Ribera,
provincia de León. Huérfano en su niñez, fue acogido y educado por un tío suyo
sacerdote, quien le hizo frecuentar el Colegio de los PP. Jesuitas de La Coruña.
Una vida de sencilla y sentida piedad, a la par que una angelical pureza, fueron
terreno abonado para el germinar de su vocación al estado religioso.
Tras un cuatrienio de permanencia en la casa de los PP. Capuchinos de El Pardo,
se sintió vivamente llamado a la Congregación Salesiana, logrando ingresar de
Aspirante a
Coadjutor en el Colegio Salesiano de La Coruña, en donde permaneció hasta su
ingreso en el Noviciado de Mohernando (Guadalajara) el año 1935.
Cuantos le conocieron encomían la pureza y bondad de su alma, la serenidad de su
rostro y la nobleza de su corazón. Los fervores del año del Noviciado culminaron
en su generosa y gozosa Profesión Religiosa, que tuvo lugar el 23 de julio de
1936. momento crítico aquellos, llenos de angustia y zozobra, pues la
inquietante marejada de la lucha cruenta que enrojecía los campos y ciudades de
la Patria avanzaba también hacia la plácida soledad del Noviciado. Los enemigos
de Dios acosaban a la codiciada presa; registros, amenazas, violencias,
sufrimientos y agonías interminables...Esteban, irradiando placidez y serenidad,
aconsejaba a su hermano menor: “ Tú no te separes de mí. Si hemos de morir por
Dios, que sea juntos.” Con los demás Hermanos hubo de abandonar la Casa y
esconderse durante tres días por las márgenes del Henares. Conducido con ellos a
Guadalajara, sufrió con valor, los insultos de la plebe, y por orden del
Gobernador regresó a Mohernando en calidad de detenido.
El 1° de agosto, hallándose la comunidad en el comedor, irrumpió en el una
patrulla de milicianos. Capturado por ello en compañía de su Director y cinco
compañeros más, fue trasladado a la cárcel de Guadalajara en la que vivió, en
unión de los demás Hermanos vida de caridad, oración y mutuas delicadezas. Fue
su hermosa preparación para el día de la confesión de su Fe. Ocurrió esta el 6
de diciembre de 1936, fecha imborrable en la historia de Guadalajara. Para dar
completa satisfacción a su sed de sangre, un griterío imponente se alzó, cual
eco de aquel otro de los judíos contra Cristo, pidiendo la muerte de todos los
presos. Entre vítores a Cristo Rey y a España, cayeron los héroes bajo el plomo.
Lea acá la crónica de
la Beatificación (Benedicto XVI) relatada por su propio hermano
ORACIÓN:
¡Oh
buen Jesús! Que con amor sin
medida derramaste tu Sangre por
nosotros en la Cruz, dígnate
mirar la generosa ofrenda que de
su vida te hizo tu fiel siervo
ESTEBAN.
Glorifícate en este mundo para
que el ejemplo de su sacrificio
nos aliente a defender siempre,
incluso con la vida, los
intereses de Dios, de la Iglesia
y de nuestra alma.
Te ruego, Señor, me concedas,
por su intercesión, la gracia
(dígase cuál) que humildemente
te pido si ha de ser para mayor
gloria tuya y provecho
espiritual de mi alma.